Esta semana ya hemos entrado de lleno en el tema de la Universidad, y nos toca hacer un comentario sobre el nuevo Plan Bolonia. Miguel nos ha mandado un artículo donde unos entrevistados expresan su opinión sobre el plan Bolonia y tenemos que comentarlo un poco.
Bueno, todo esto del plan Bolonia no es más que una propuesta de reformas en la universidades de la Unión Europea, para intentar fomentar la movilidad de estudiantes, aumentar la competitividad de los alumnos y en general favorecer el proceso de globalización entre las universidades europeas.
Para ello, se debe hacer una gran cantidad de cambios y reformas, como por ejemplo, el cambio de las licenciaturas y demás a grados, postgrados y másteres, así como la forma de impartir las clases, la duración de los estudios y la introducción de los llamados "creditos", entre otras muchas reformas.
Todo esto, como todas la cosas, trae repercusiones o consecuencias. Según el artículo que Miguel nos ha pasado por correo, se dice algunas de estas consecuencias, como que en España se tendría que incrementar el número de profesores y mejorar el sistema de financiación, ya que el cambio de sistema implica un número de alumnos por clase muy inferior y una forma de impartirlas muy diferente. O que poco a poco se irá ganando en movilidad
del alumnado y eso contribuirá a una creciente competencia. Y que las universidades entrarán en un mayor compromiso con la calidad, la movilidad y la competitividad internacional. Y por otra parte, también se dice que con esta reforma, probablemente se ganará en flexibilidad pero se perderá coherencia en la formación y es previsible que se produzca un notable incremento de costes que en las universidades públicas conducirá a un inevitable deterioro de la calidad.
Y luego, hay algunos temores como por ejemplo el retroceso de algunas carreras de Letras, o la desaparición de asignaturas y departamentos o la pérdida de prestigio y calidad de las Ingenierías y Arquitecturas. En mi opinión, no creo que estos temores se sean ciertos, ya que no creo que las Ingenierías y Arquitecturas pierdan prestigio ni nada de eso por el simple hecho de cambiar de modelo educativo, y lo mismo con las carreras de Letras, aunque es verdad que sí están un poco más en retroceso, pero eso viene siendo normal desde hace varios años, ya que la gente no suele coger este tipo de carreras. Y lo de los cambios de asignaturas y departamentos, creo que ya que se hace una reforma pues habrá que cambiar cosas, porque sino cambiamos cosas, ¿que tipo de reforma sería?. Pues bueno, supongo que con la puesta en marcha del modelo de Bolonia los nombres de las asignaturas van a cambiar y también podrá afectar a los departamentos.
En cuanto a la pregunta sobre la mercantilización y privatización de las Universidades creo y espero tener razón, por que sino, vaya mundo en el que estamos, de que las universidades no tienen nada que ver con la mercantilización ni la privatización, ya que las universidades no deberían ser entidades mercantiles, sino entidades académicas sin ánimo de lucro. No creo que sea muy honrado el intentar sacar provecho o tajada de la educación y del sistema educativo. Aunque muy posiblemente, habrá gente que lo haga, pero bueno.
Bueno, otra pregunta son los años que se tardarán en tener plenamente operativos los nuevos planes de estudio. Según la normativa, el tope para la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior es 2010. La mayoría de las universidades españolas empezaron a ofrecer sus titulaciones reformadas en el curso de 2009-2010. Así que supongo que nosotros seremos la segunda generación adecuada al plan Bolonia.
Y en la última cuestión, que pregunta los principales problemas actuales de la Universidad española y su solución. Aquí, casi todos los entrevistados están de acuerdo en que algunos de los problemas son la insuficiencia financiera, el déficit de profesores, el fracaso escolar, etc. Y ponen como propuestas una financiación mayor, más en línea con las cifras de otros países europeos, una mayor culturización de las universidades, etc.
Bueno, y aquí el comentario de esta semana.
Andrés Collantes
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